Talleres y Conferencias
martes, 13 de septiembre de 2011
Conciencia y alimentación
Conciencia y alimentación
Tu cuerpo es poseedor de una inteligencia increíble. Imagínate que lo conforman sesenta billones de células, cada pequeñita célula se alimenta, se reproduce, desecha lo que no le sirve, se comunica con el resto de las células y realiza muchas otras funciones. ¡Qué maravilla! Así, cada uno de tus órganos realiza sorprendentes y espectaculares funciones, cientos de funciones que en este instante se están llevando a cabo en tu cuerpo.
Y, ¿qué tiene esto que ver con tu alimentación? Mucho. Todo.
Si confías en esa inteligencia natural de tu cuerpo, si lo escuchas muy cuidadosamente, con toda tu atención, a la hora de comer, tu cuerpo te pedirá siempre la alimentación más sana, más balanceada y en pequeñas proporciones. Si escuchas conscientemente tu cuerpo, significa que lo estás alineando a tu mente, a tus emociones y a tu conciencia. Escuchar el cuerpo significa mantenerte alerta a las sensaciones físicas. Observar detenidamente todo lo que sientes y actuar en coherencia con estas sensaciones. Convertirte en “el observador”.
Escuchar tu cuerpo es vivir en el Aquí y en el Ahora. Vivir en el Aquí es dejar de sufrir, significa dejar las adicciones, es vivir en la paz y en el amor.
Amarte a ti mismo, es cuidar tu alimentación, lo cual se refleja en una alta autoestima, en una seguridad, en una paz, alegría, entusiasmo por vivir y, obviamente, en la salud perfecta.
Tenemos que aclarar que si la persona ha desarrollado una adicción, por ejemplo, a los carbohidratos, se le dificultará más escuchar esta inteligencia del cuerpo. ¿Por qué? Porque la persona adicta ha pasado mucho tiempo en la inconsciencia, que es lo mismo, en la falta de amor por sí misma. Todo ese tiempo ha intentado llenar ese vacío con comida. Aquí es dónde tal vez requiera la ayuda de un profesional y seguramente de una gran voluntad.
La inteligencia de tu cuerpo es la misma inteligencia de la naturaleza, la misma inteligencia de todo lo que existe. Por eso, la sabia naturaleza, nos hace tan atractivo para la vista un plato lleno de coloridas frutas o verduras. Si observas con atención, conscientemente, encontrarás que son hermosas las frutas y las verduras: la zanahoria anaranjada, el rojo tomate, el mango amarillo, la morada berenjena… la blanquísima cebolla. No acabaríamos nunca de describir tantas formas y tantos colores que nos ofrece dadivosa la tierra. La conciencia al comer es observar ese alimento, agradecerlo, bendecirlo y disfrutar el olor y el color. Es comer muy lentamente deleitándote de cada uno de los sabores del alimento. Podrás observar que lo salado lo saboreas en una parte de tu boca y lo dulce en otra… y así cada sabor.
Comer conscientemente es reconocer la inteligencia infinita que creó tu cuerpo, que es la misma inteligencia que entra por tu boca, es disfrutar con todos tus sentidos esos alimentos, es agradecerlos, bendecirlos y amarlos.
Comer conscientemente es amarte a ti mism@.
Esperanza Aguilera
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